CDMX, 24 de abril de 2018.- Arriesgó su vida y su familia por ayudar a la captura del hombre más buscado del mundo, ahora, las mismas autoridades que acudieron a él le dan la espalda y lo abandonan a su suerte.


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Médico de profesión, sus primeros contactos con el narcotráfico se dieron con su hermana, quien está casada con el M-10, Mario Núñez Meza, lugarteniente del Cártel de Sinaloa en Chihuahua.

Cuando el cártel tenía algún hombre herido, acudían a él para que curara a las heridas. Por suerte, recuerda, nunca se le murió ningún capo.

Dicha "suerte" fue la que lo llevó con el líder máximo de la organización criminal y hombre más buscado del mundo, Joaquín Guzmán Loera, "El Chapo".

El vínculo directo que su hermana tenía M-10, provocó que tuviera diversos encuentros con Núñez Meza.

Sin embargo, el poder que el narcotraficante ejercía sobre el doctor provocó que la idea de delatar a miembros del cártel naciera.

En 2007, el M-10 lo corrió de su propia casa para usarla como casa de seguridad.

La decisión definitiva la tomó cuando su hermana le pidió que recogiera Núñez Meza en la ciudad de Chihuahua y lo llevara a Ciudad Juárez, a finales de julio del 2013.

Durante el viaje, el M-10 le contó que la violencia repuntaría en la entidad, particularmente en Ciudad Juárez, donde él vivía, pues el cártel tenía que recuperar territorio perdido a manos de Juan Pablo Ledezma, el "JL", líder del Cártel de Juárez en dicha zona.

Por el temor al rebrote de la violencia y como este afectaría a su vida, el doctor llamó al número de denuncia anónima de la DEA en El Paso, Texas.

A las autoridades estadunidenses les ofreció información para capturar, primero, al M-10.

El 18 de agosto, alrededor del mediodía, se reunió con agentes del FBI y la DEA, ahí les dijo que Mario Núñez Meza se encontraba en el Hotel Casagrande, en Ciudad Juárez, Chihuahua. También les dio el teléfono y las placas de sus camionetas.

A diez días del encuentro, el M-10 fue detenido en dicho hotel por Agentes de la Policía Estatal Única de Chihuahua.
De acuerdo con el comunicado de prensa de la detención otorgado por las autoridades chihuahuenses, "gracias a una denuncia ciudadana y a trabajos de inteligencia".

Ese mismo día el doctor y su esposa cruzaron a Estados Unidos, apoyados por las autoridades, como parte del programa de testigos protegidos.

Tras la captura del M-10, Emma Coronel, esposa del Guzmán Loera, contactó al doctor en Facebook, le ofreció trabajo en Hermosillo, donde trabajaría de lleno para el Cártel de Sinaloa.

Por sus servicios le pagarían 25 mil pesos, pero no aceptó, argumentando que ganaba ese dinero en una semana. Sin embargo, le pidió un número telefónico para contactarla después si repensaba la oferta.
Desde el 15 de enero del 2014 comenzó a reunirse de nuevo con la DEA para entregarle información para la captura de "El Chapo", entre ella el número telefónico que le dio Emma Coronel, quien siempre se encontraba con Guzmán Loera.

El número telefónico fue clave en la detención del M-10 y lo fue para la del líder del Cártel de Sinaloa.

El 22 de enero tuvieron una última reunión, el doctor estuvo con el supervisor de la DEA en El Paso, John W. Jewett, en las instalaciones del Departamento de Justicia.

Un mes después de dicha reunión, el 22 de febrero, la Marina había capturado a Joaquín Guzmán Loera.

Las autoridades mexicanas rastrearon el teléfono celular desde el 16 de febrero hasta dar con "El Chapo" en un complejo de departamentos en Mazatlán, Sinaloa.
Tras la captura del hombre más buscado del planeta, la DEA le dio la espalda a el doctor y a su esposa.

Como parte de sus beneficios migratorios, ambos tienen el permiso de ii a México una vez al mes. Sin embargo, cuando la esposa del doctor regresó de tierras mexicanas luego de visitar a sus familiares, agentes del Departamento de Protección y Aduanas Fronterizas (CBP) la detuvieron en el cruce internacional por, presuntamente, no contar con una visa para ingresar al país.

Por ello, el doctor acusa que la DEA únicamente lo exprimió y ahora que ya no lo es del todo útil, buscan darle la espalda, aunque eso le cueste la vida.

De acuerdo con el último contacto que Vice, medio que lo entrevistó, tuvo en 2014, el doctor se encuentra en El Paso, Texas, con sus hijos y a la espera de que liberen a sus esposa de los problemas migratorios.
También, en esa última ocasión, el supervisor de la DEA, John W. Jewett, le exigió al doctor que no volviera a hablar con nadie del tema y aunque prometió no quedarse callado, nada se ha sabido de él.

Año y medio después de la captura ayudada por el doctor, Guzmán Loera escapó del Penal de Almoloya, seis meses después fue detenido por tercera ocasión. Hoy se encuentra en Estados Unidos en medio del proceso legal en su contra.

Con información de EFE y AP



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