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Familiares de algunos de los habitantes de los pueblos de Heliodoro Castillo, que viven en la capital y en Chichihualco, demandaron ayer a la Comisión Federal de Electricidad (CFE) que se restablezca el servicio de energía eléctrica que no tienen desde el sábado, cuando un comando armado atacó el pueblo de Izotepec y cortó el servicio, con lo que afectó a por lo menos otros nueve pueblos de la zona.
Habitantes de la región informaron, vía telefónica a El Sur, que decenas de familias están abandonando por sus propios medios y en medio del riesgo las poblaciones a raíz de la violencia que sigue latente, por lo que demandaron el apoyo de del Ejército y de la Policía Estatal, para que resguarden a las familias que quieren salir de la zona.
Joaquina, una mujer que la tarde del lunes llegó desplazada por la violencia de la comunidad Vuelta del Sur a Chichihualco, contó vía telefónica que desde el sábado los pueblos asentados de Yextla hacia la zona alta de la sierra no tienen energía eléctrica ni servicio telefónico.
Dijo que los pueblos con población mayor son Yextla, Izotepec, Yerbasanta, Los Bajos, Vuelta del Sur, Escalerillas, Puerto la Guitarra y Pueblo Viejo, debido a que el grupo que atacó Izotepec dañó las cuchillas de la red para cortar el servicio.
Informó que en estas localidades tampoco se ha restablecido el servicio de telefonía por lo que se encuentran incomunicados.
Dijo que ella salió con sus hijos menores de edad desde el domingo y pidió transporte pueblo por pueblo para salvarles la vida, y ahora quiere regresar por el resto de sus familiares, pero tiene miedo.
Dijo que hay muchas familias de todos esos pueblos, que han sido atacadas por el mismo grupo de sicarios, que quieren abandonar la zona pero temen salir solos, además no hay transporte y tienen que salir caminando hasta encontrar a algún automovilista en la carretera que quiera darles transporte como lo hizo ella. Informó que llegó en la tarde a Chichihualco y tampoco había señal de telefonía celular.
ESCUELAS Y CENTROS DE SALUD CERRADOS
Mientras tanto, por segundo día las escuelas de todos los niveles educativos y el hospital de Filo de Caballos suspendieron labores para proteger la integridad física de los estudiantes, maestros y médicos ante la violencia que ha ocurrido en los últimos días en esa zona amapolera, informaron vecinos de esa localidad en una llamada telefónica.
El servicio de transporte de la ruta Chilpancingo-Tlacotepec se suspendió desde el sábado tras los ataques en Corralitos y Filo de Caballos.
Consultado por teléfono un vecino de la localidad de Filo de Caballos contó que se vive un ambiente tenso en su comunidad, luego de la balacera entre dos grupos de la delincuencia organizada que ocurrió el lunes en el paraje conocido como El Chorrito.
Dijo que por el miedo y zozobra los comerciantes que ofrecen sus productos de las canasta básica no subieron a Filo de Caballos para vender, lo que causará que escaseen los alimentos en el poblado.
Comentó que ayer no se reanudaron las clases ni el servicio del hospital, porque los maestros y médicos no suben a la comunidad por el temor de que pudiera ocurrir una balacera en la zona.
“Las cosas están muy tensas en Filo de Caballos, la población tiene miedo que ocurra otra balacera como lo que pasó el lunes, además por esta situación no hay clases, servicio médico, ya la gente no vive tranquila, por eso pedimos a los gobernantes que atienden el problema de violencia porque ellos tienen la obligación de brindar seguridad y tranquilidad”, declaró.
Además el sitio de Urvan que se dirige hacia Tlacotepec de la Unión de Transportistas de Heliodoro Castillo en la capital suspendió el desde el sábado.
En un recorrido se observaron vacías las instalaciones del sitio de Urvan, en el piso sólo había basura y una tienda de abarrotes de construcción de madera que se encuentra adentro, pero estaba cerrada con candado.
A un lado de la vivienda sólo había estacionada una Urvan de la ruta Tlacotepec- Chilpancingo.
Un vecino de Tlacotepec contó que al mediodía del sábado, cuando ocurrió la balacera en Corralitos donde tres hombres murieron, dos casas y una camioneta fueron incendiadas, y dos viviendas atacadas a balazos, las Urvan que se dirigían a Tlacotepec fueron retenidas en la carretera, pero al llegar las autoridades policiacas las dejaron pasar.
Comentó que después los transportistas acordaron suspender el servicio de transporte público, porque pasan por las comunidades de Filo de Caballo y Corralitos donde ocurrieron los enfrentamientos.
En Iguala el domingo hombres armados atacaron el sitio de servicio de transporte público de las camionetas Urvan de la ruta Iguala-Tlacotepec, por este hecho permaneció cerrada y sin servicio.
El sitio no es la única ocasión que suspende el servicio en Chilpancingo. El 10 de septiembre del año pasado un chofer ejecutado a balazos y una Urvan incendiada dejó un ataque de un comando a ese lugar. Después de este hecho los transportistas suspendieron el servicio durante 10 días para proteger la integridad física de los choferes y pasajeros.
En la sierra de Guerrero continúan los hechos de violencia por el control del trasiego de drogas por grupos de la delincuencia organizada.
Con información de EFE y AP
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