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Bartlett dijo que la mejor prueba de que Salinas no ganó es la manera en la cual se entregó al PAN, para que en la Cámara de Diputados, erigida como Colegio Electoral, lo reconociera como Presidente electo y, meses después, se quemaran las boletas, la prueba del fraude.
“Entonces, ¿quién ganó?, si se quemaron los paquetes, si se entregó Salinas al PAN -estaba muy preocupado, obviamente-, y si no revisaron los paquetes y no salió nada con este acuerdo y esa complicidad del PAN a la hora de hacer el dictamen: ‘Vámonos, tapen todo’. ¿Qué es eso? Es Salinas. No ganó la elección, la perdió”, afirmó el expresidente de la Comisión Federal Electoral.
Berlett recordó que en el 88 hubo, por primera vez, un registro de votos a la vista de los ciudadanos, pues las actas distritales se encontraban afuera de los paquetes electorales y en las juntas distritales se realizó un conteo público de resultados.
Mientras los resultados se enviaban a las juntas él mismo, como Secretario de Gobernación, recibía cifras mediante llamadas telefónicas.
Dijo que, como presidente de la Comisión Federal Electoral, recomendó a los partidos compartir la información; sin embargo, se saturaron las líneas telefónicas al comenzar el informe de resultados.
En ese momento el panista Diego Fernández de Cevallos denunció la caída del sistema.
El también exgobernador de Puebla afirmó que el escándalo se generó porque el entonces dirigente del PRI, Jorge de la Vega, declaró ganador a Salinas sin tener cifras.
“¿Por qué Salinas, antes de la calificación, corre aterrado a ponerse de acuerdo con el PAN? ¿Por qué se pone de acuerdo con ellos y les entrega, al final de cuentas, el País”, criticó Barlett.
Con información de EFE y AP
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