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»Benito» aparece en un video fumando y minimizando a dos de sus semejantes, expresándose de manera soez hacia ellos, incluso haciéndoles ver que sus vidas dependen de él.
Al respecto, el sicólogo Tomás Guevara sostuvo que se trata de un proceso de inducción, donde a través del juego los adultos que lo rodean “están adiestrándolo para que actúe como ellos”, para que interiorice la violencia como primera opción para dirimir problemas.
Guillermo Hull, especialista en sicología, comentó que »Benito» (nombre ficticio) se encuentra en la etapa más importante de la formación de su personalidad, y lo está haciendo en un contexto de violencia, de olvido y desatención paternal.
Añadió que el hecho de que el menor aparezca en un video, armado y fumando, es resultado de sus experiencias y de sus expectativas de vida, en el que no sólo influyen los padres, sino también la sociedad, “porque los niños de hoy también son influenciados por los vecinos, por los tíos, por los hermanos, por la niñera que los cuida, por la abuela, incluso por la música y lo que ven en la calle”.
Añadió que »Benito» seguramente se desenvuelve en un entorno donde proliferan las versiones que hablan de un presente y un futuro mejor viviendo al margen de la ley, “saliendo del rancho, pobre, y llegar a ser exitoso vendiendo droga y haciendo cosas ilícitas”.
Octavio Rivera subrayó que el menor seguramente tiene un entorno propicio para ser violento, donde las conductas negativas no solamente son aceptadas, sino incluso celebradas, como se observa en el video.
Añadió que muy probablemente su escasa lectura y escritura lo tengan en la situación en la que está, armado, inhalando sustancias con las “que se ve que se hace daño a sí mismo, rodeado de personas con muy escaso o casi nada de respeto a la niñez. Al parecer se desenvuelve en un grupo que pudiera dedicarse a cosas ilícitas, de tal forma que el niño está muy relacionado con el lenguaje de esos grupos, con sus prácticas”, aseguró.
Miguel Ángel Maldonado Noriega indicó que el menor posiblemente está falto de autoridad paternal, “es muy evidente que está en total desamparo, en una desintegración, aislado del afecto familiar”, y lo que hizo fue “acercarse a un grupo en el que se siente querido”.
El sicólogo aseguró que posiblemente el menor fue captado por alguien, pero no con la oferta de un futuro ostentoso, “sino con la promesa de pertenecer a una comunidad, con la sensación de tener afecto y protección”.
Guillermo Hull indicó que lo que se ve en el video se deriva de la formación que recibió: “lo que habrá que preguntarse es dónde está la educación, dónde estuvieron sus papás, dónde sus maestros, dónde los programas de gobierno”.
Tomás Guevara coincidió con los demás especialistas asegurando que aún se pueden resarcir los daños en »Benito», pero se debe trabajar intensamente y lo antes posible, porque de continuar como hasta ahora la siguiente prueba para el menor “es aventarse un ‘jale’”.
Con información de EFE y AP
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