CDMX, - Kevin Alexander, migrante hondureño de 35 años de edad, fue la primera víctima de ejecución extrajudicial del 2018, en Nuevo Laredo. Era ayudante en una vulcanizadora.

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De acuerdo con el testimonio de su pareja, Sara Alicia, elementos de la Secretaría de Marina los detuvieron la tarde del 18 de enero pasado. Kevin se encontraba a bordo de una camioneta en el crucero de Nuevo León y 20 de Noviembre, junto a la joven y a otro hombre.

Ella contó que los dos hombres fueron torturados por los marinos, pero solamente a Kevin se lo llevaron detenido. Además, dijo que, “los elementos se trasladaban en una camioneta tipo pickup color blanca sin placas de circulación”. De acuerdo a información proporcionada a Revolución TRESPUNTOCERO, la víctima fue localizada al día siguiente ejecutado y con huellas de tortura.

El anterior, no es un caso aislado. En Nuevo Laredo, de enero a la fecha, mes a mes se han incrementado las quejas por detención arbitraria por parte de elementos de la Marina, quienes, aseguran las familias, desaparecen a las víctimas y cuando llegan a ser localizadas es porque han sido semienterradas en brechas a las afueras de la ciudad.

“La Marina allana domicilios, detiene personas en la vía pública o dentro de sus vehículos y se los lleva. El resultado es una desaparición forzada y en ocasiones se finaliza con una ejecución extrajudicial”, afirman las familias de las víctimas.

Sobre la problemática, el presidente del Comité de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, Raymundo Ramos, narra en entrevista para Revolución TRESPUNTOCERO que, a partir de enero las detenciones arbitrarias terminan en desaparición forzada y en algunos casos en ejecuciones extrajudiciales, siendo ya recurrentes en la región.

“Lo que nos llamó la atención es que las personas son detenidas arbitrariamente, después desaparecidas y finalmente fueron encontradas sepultadas de manera clandestina en los límites de Nuevo Laredo.

“La principal preocupación que observamos en ese momento, es que los familiares y algunos testigos referían que en todos los casos fueron detenidos por personal de la Secretaría de Marina. Del 18 de enero al 8 de marzo pasado habían ocurrido nueve casos de desaparición forzada bajo el mismo modus operandi. Para abril ya se contabilizaban 30 casos entre desapariciones y ejecuciones extrajudiciales”.

Una más de las detenciones arbitrarias que finalizó en una muerte violenta, se descubrió el 4 de febrero pasado. Cuando fueron localizados los restos de Hari Hassim Cruz Vázquez, de 25 años de edad, quien fue sepultado de manera clandestina en una brecha de terracería, a la altura del Boulevard Luis Donaldo Colosio Norte, en Nuevo Laredo.

De acuerdo con información proporcionada por los familiares, Hari habría sido detenido por personal de la Secretaría de Marina un día antes, en el crucero de Jesús Carranza y Zaragoza, durante un accidente vial. Estaba acompañado de su pareja sentimental Dafny Tamara Baez, quien hasta el momento se encuentra en calidad de desaparecida.

Durante febrero también fueron denunciadas las desapariciones de Noé Ignacio Alférez Hernández y Jonathan Ballesteros Loaiza, detenidos el domingo 18 de febrero pasado, por elementos de la Secretaría de Marina. Hasta el momento se desconoce su paradero.

Posteriormente, el 20 de febrero se denunció la desaparición forzada de otros dos jóvenes: Julio César Viramontes Arredondo y Edmundo Ramírez Rodríguez. Ambos detenidos en el crucero de Bravo y Esmeralda, por elementos de la Marina, según mencionaron los testigos.

Para el 25 de febrero se denunció la desaparición de Edgar de Jesús Pérez Lira, de 26 años de edad, sus familiares explicaron que salió de su domicilio y en el trayecto fue detenido por marinos. Hasta el momento no aparece.

Ramos explica que, en todos los casos se puede observar que el patrón se repite. Se inicia con una detención de personas en tránsito, en sus domicilios o en la vía pública. La mayoría son jóvenes, se encuentran implicados elementos de la Marina y con frecuencia los testigos y familias señalan que se usan camionetas tipo pickup blancas y un vehículo más de la Marina.

Al Centro de Derechos Humanos de Nuevo Laredo, las quejas comenzaron a llegar a partir del ocho de marzo pasado, las cuales se han sumado semana a semana. En todos los casos se habla de detenciones arbitrarias y se señala a la Marina.

“De quienes son ejecutados, llama mucho la atención la forma en que son enterrados. Lo hacen de manera superficial, como si quisieran que se encontraran los cuerpos fácilmente. En ocasiones exclusivamente con las manos a la vista o el rostro expuesto, lo que permite que se sepa que en ese lugar hay un cuerpo enterrado”, comenta Ramos.

De los cadáveres ya localizados, tres fueron encontrados en el poblado de Colombia, en Nuevo León en el mes de marzo; dos en Nuevo Laredo, rumbo a la carretera a Piedras Negras; cuatro en la carretera Monterrey – Nuevo Laredo, en los límites con Nuevo León.

A inicios de abril pasado, en la misma carretera Monterrey – Nuevo Laredo, en el kilómetro 174, aparecieron tres personas sepultadas. Para el 17 de ese mismo mes, se reportaron al Centro de DH de Nuevo Laredo, otras dos personas ejecutadas (anteriormente desaparecidas), en el poblado de Vallecillo, en la carretera Monterrey – Nuevo Laredo.

“Estamos hablando de 30 víctimas entre desaparecidos y ejecutados de manera extrajudicial. Son personas menores de 20 años en su mayoría, en dos casos son menores de edad de 14 años y un muchacho de 17 años, quien apareció ejecutado, en el kilómetro 127 de la carretera Monterrey – Colombia”, apunta Ramos.

De los casos tiene ya conocimiento la Comisión Nacional de Derechos Humanos, la Procuraduría General de Justicia de Tamaulipas, la Procuraduría General de la República en la oficina de Nuevo Laredo y la Secretaría de Marina. Sin embargo, ninguna de las dependencias ha dado explicación alguna sobre estos hechos, aun cuando hay familias exigiendo que se busque en los campamentos de marinos, porque aseguran que tras la detención las víctimas han sido llevadas ahí. Lo cual también han manifestado testigos.

“Tanto en la PGR como en la CNDH, la Secretaría de Marina ha negado su participación y han argumentado que podría tratarse de personal civil que está usando vehículos y uniformes clonados.

“Para nosotros no es una versión creíble porque tenemos evidencia que en al menos tres casos de ejecución extrajudicial, hay participación del personal de la Marina, en su momento se presentará ante las autoridades. Han sido sepultados en los límites donde convergen tres estados: Coahuila -carretera Piedras Negras-, Anáhuac y Sabina, Nuevo León que es la carretera nacional y Nuevo Laredo – Colombia (Tamaulipas), esta última tiene la particularidad que es una carretera muy poco transitada y lo que han referido los familiares y testigos, en algunas quejas, es que también se realizan dichas detenciones en horas de la noche o de la madrugada, van a aquellos sitios donde no va haber testigos y ahí se cometen estas ejecuciones extrajudiciales”, explica Ramos.

Cabe señalar que, la localización de los cuerpos ha corrido a cargo de los familiares de las víctimas. En algunos casos al estar presentes en el momento de la detención, han podido seguir los vehículos, algunos enfilados hacia la carretera nacional, otros hacia Piedras Negras. Kilómetro por kilómetro han buscado un indicio que les permita llegar hacia los detenidos.

Las señales para ellos han sido vallas dañadas, donde para penetrar se cortaron alambrados de púas, o portones destruidos, que han sido dañados al chocar los vehículos con éstos. También se habla de humo, en los últimos tres casos de principios de abril, las ejecuciones extrajudiciales fueron realizadas de noche, después se incineraron los cuerpos de manera parcial con la finalidad de obstruir su identificación.

A la mañana siguiente, los familiares los ubicaron durante su búsqueda por las brechas ya que todavía estaba la humareda visible, también había restos de ropa. Por su parte, trabajadores de ranchos cercanos aportaron información a los familiares, confirmando que la noche anterior, observaron vehículos de la Marina y camionetas blancas por aquella zona.

“Es así como las familias han podido encontrar a sus seres queridos sin vida y sepultados de manera ilegal. Todos los ejecutados extrajudicialmente presentan signos de tortura y como huella puntual de esta barbarie siempre hay un tiro de gracia, ya sea en la nuca o en la frente, incluyendo a los menores de edad”, añade el licenciado Raymundo Ramos.

La Marina llegó a Nuevo Laredo en 2011, como parte del “combate al narcotráfico”. Sin embargo el impacto ha sido negativo “en extremo” para la sociedad civil, explica Ramos. A partir de su aparición en las calles, se comenzaron a registrar casos de desaparición forzada, ejecuciones extrajudiciales y se presentaron personas torturadas.

Los hechos han sido atribuidos a marinos, a partir de las detenciones arbitrarias, de acuerdo a familiares y testigos. Incluso, por los hechos denunciados en 2011, se obtuvo una recomendación a cargo de la CNDH, por seis personas desaparecidas; después se padeció otra crisis, señala Ramos, en el 2013, también se perpetraron ejecuciones y desapariciones forzadas por parte de Marina; esta situación violenta se repitió en el 2015.

“Ahora en 2018 se vive una crisis mucho más grave que las anteriores, los casos se han documentado de manera más completa que en ocasiones pasadas y nos damos cuenta que implica mayor número de personas desaparecidas, en tan poco tiempo. 30 personas en menos de 100 días, es una acción que debería de tener a todas las organizaciones o instituciones protectoras de Derechos Humanos creando mínimo, una comisión de la verdad”, señala Raymundo Ramos.

Tras consultar a expertos en el tema e intentar responder ¿Cuál es el objetivo de estas desapariciones-ejecuciones? ¿Por qué se están realizando en personas tan jóvenes, por qué la brutalidad de sus muertes y la impunidad para actuar? tres son las hipótesis que obtiene el presidente del Comité, Raymundo Ramos.

La primera tiene que ver con el crimen organizado. “Nos queda claro que hay una célula dominante y probablemente un grupo de marinos o de personas protegidas por marinos pretenden iniciar una guerra por el control de esa plaza. Es decir que personas del crimen organizado, se han intentado apoderar de la frontera de Nuevo Laredo”.

La segunda hipótesis es que, de acuerdo a Ramos, “estamos en un año electoral y pareciera que el propio gobierno quiere incendiar una ciudad y una frontera, enviando a sus marinos a provocar terror. Porque los allanamientos, las detenciones arbitrarias, la tortura, la desaparición forzada y las ejecuciones extrajudiciales así como se han vivido en estos 100 días es en sí un acto de terror, terrorismo de Estado, es una idea más que debe de ser analizada”.

Una tercera idea, explica Ramos, pudiera ser la actuación del gobierno de Tamaulipas utilizando las fuerzas federales, en este caso la Marina, para tener el control político de la ciudad de Nuevo Laredo, es decir, estos elementos estarían actuando por órdenes del gobernador para apoderarse políticamente de ese territorio.

Durante las detenciones, también se ha denunciado allanamiento a casas en zonas residenciales, en donde elementos de la Marina cuidan al exterior mientras un grupo de hombres armados y vestidos de civil penetran en los domicilios, de acuerdo a un video obtenido por Revolución TRESPUNTOCERO.

Con información de EFE y AP



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