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El cadáver estaba con las manos atadas hacia la espalda con cinta adhesiva, un trapo en la boca y se apreciaban huellas de rasguños en la pared, por lo que consideran que la emparedaron en vida.
La historia sucedió así: luego de que el padre de los chicos los dejó, María Cristina se casó con Julio Ernesto López Suárez, un hombre mayor que ella, con quien empezó a vivir en la casa ubicada en el Barrio San Juan, en la delegación Xochimilco.
Un día, cuando Luis Enrique, uno de sus hijos tenía 14 años, buscó a su mamá para pedirle que le comprara unos zapatos, pero no la encontró.
López Suárez le dijo a Luis Enrique su madre había ido a la iglesia a una charla, pero tres días después regresó a la casa ubicada en la calle Bosque 24, y la encontró vacía, sin rastro de su madre o su padrastro.
Luis Enrique y su hermano interpusieron una denuncia por la desaparición de su madre y con ayuda de sus vecinos comenzaron la búsqueda de la mujer que en aquel entonces tenía 40 años.
Por el hallazgo se inició una carpeta de investigación por el presunto delito de homicidio culposo, aunque los indicios apuntan a que se trata de un feminicidio. Los peritos de la procuraduría capitalina realizarán estudios sobre los restos óseos para determinar si son de la mujer, las causas de la muerte y cuándo ocurrió el deceso.
Con información de EFE y AP
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